Arqueologìa del futuro
Incluso dentro de cientos de años será posible encontrar objetos de plástico de nuestra era en las playas y océanos. Como testigos de nuestra civilización, se convertirán, a largo plazo, en objetos arqueológicos. Los estudiantes del curso de especialización Visualización Científica (Scientific Visualization) de la Escuela Superior de las Artes de Zúrich (ZHdK) crearon dibujos que examinan piezas de restos flotantes de Hawái como si fueran objetos encontrados pertenecientes a la Edad del Bronce o la Edad de Piedra.
Colaboración con el curso de especialización en Visualización Científica, Escuela Superior de las Artes de Zúrich (ZHdK)
Durante más de veinticinco años se han recolectado y evaluado restos en todo el mundo en el Día Internacional de Limpieza de las Playas (International Coastal Cleanup Day) que se celebra anualmente. Una gran parte del material encontrado es de plástico. Entre los "10 principales" objetos encontrados con mayor frecuencia, el plástico tiene una gran representación.
Marine Litter Watch, una herramienta en línea, proporciona constantemente información actualizada en relación con la limpieza de las playas y los hallazgos realizados. El Rastreador de restos marinos (Marine Debris Tracker) ofrece una visión general de los hallazgos recientes y las ubicaciones relacionadas con la basura plástica y otras basuras marinas.
Se producen alrededor de 3,5 millones de cepillos de dientes anualmente en todo el mundo. Junto con otros objetos cotidianos, acaban como restos de plástico en el mar.
En los mares existen extensos sistemas tridimensionales de corrientes creadas por la rotación de la tierra, el movimiento del viento, y las diferencias de presión, temperatura y contenido salino, así como también por la topografía del fondo marino. Estos sistemas transportan las masas de agua y todos los objetos en ellas a lo largo de las cuencas oceánicas. En cinco zonas de las corrientes superficiales de los mares del mundo, que son impulsadas principalmente por el movimiento del viento, se verifica la formación de grandes giros oceánicos rotativos. Las zonas sin movimiento dentro de estos giros oceánicos son conocidas como "parches de basura", ya que una cantidad particularmente grande de objetos flotantes se recolecta ahí. Una vez que los restos flotantes alcanzan un giro oceánico, pueden arremolinarse en él durante décadas, desintegrándose gradualmente en pedazos cada vez más pequeños debido a la fricción y a la acción de la luz solar.
Teniendo en cuenta la superficie de hasta 700 000 kilómetros cuadrados del Gran Parche de Basura del Pacífico, los parches de basura se describen frecuentemente como "continentes", sin embargo, un símil más apropiado sería "como una sopa de plástico", ya que sus componentes cambian constantemente de sitio e incluso se mueven entre los diferentes parches. A pesar de su inmenso tamaño, es sorprendente que los giros oceánicos no sean visibles desde el cielo.
Jacob Magraw-Mickelson,
Aguada sobre papel (reproducción)
Richard Heller Gallery, Santa Monica, EUA
Infografía: John Papasian, John Bradley
The Independent, Londres, RU
En la página principal Plastic Adrift, los visitantes pueden lanzar un pequeño pato de goma en el océano y observar cómo se moverá en las corrientes durante los próximos diez años, así como también el lugar dónde acabará finalmente.
Las corrientes en el Pacífico Norte fluyen de tal forma que, tarde o temprano, cada objeto flotante que entre en el mar desde las costas de Japón, China, Rusia, Corea, Los Estados Unidos de América y Canadá acabará probablemente en las costas de Hawái. Tras el tsunami y la posterior catástrofe de la planta de energía nuclear de Fukushima en marzo de 2011, se sigue con especial preocupación el movimiento de arrastre de los restos flotantes provenientes de Japón en dirección hacia Alaska y Hawái. Ya se han obtenido las primeras conclusiones.
Qué ocurre con los objetos de plástico una vez que se introducen en el agua? Los pedazos ligeros de plástico flotan en la superficie y son arrastrados por las corrientes durante largos periodos de tiempo y a lo largo de grandes distancias. Algunos de ellos llegan a las costas. Los plásticos con una densidad superior a la del agua se hunden y se depositan en el fondo marino. Por otro lado, los animales ingieren una gran cantidad de restos de plástico.
Una gran cantidad de plástico llega a los océanos ya que muchos países no disponen de los sistemas de reciclaje y eliminación de desechos adecuados. Pero la eliminación de basura en las regiones costeras y en el mar también constituye una enorme fuente de basura plástica. A menudo, no se cuenta con normativas que proporcionen un marco legal para evitar la contaminación o para fortalecer los sistemas de reciclaje.
Puesto que el plástico es un material duradero, el problema de su comportamiento en el agua de los océanos del mundo y la cuestión de cómo evitar primeramente que el plástico llegue a ellos nos seguirá manteniendo ocupados durante mucho tiempo.
Infografía: Oliver Lüde
Museum für Gestaltung Zürich, Escuela Superior de las Artes de Zúrich (ZHdK)
La fricción mecánica, la luz solar y los procesos químicos acarrean la desintegración de los objetos de plástico. La volatilización de los plastificantes causa el astillamiento del material que con el paso del tiempo se desintegra en pedazos diminutos.
Las altas temperaturas, la presión y la luz solar atacan el material de diversas formas. Los grumos de plástico que se forman a causa del derretimiento incorporan frecuentemente materiales extraños.
Infografía
Proyecto AWARE, EUA
R. Pravettoni y J. Fabres, informes Gráficos vitales de basura marina (Marine Litter Vital Graphics), UNEP y Grid-Arendal
Referencia: J. R. Jambeck et al., Plastic Waste Inputs from Land into the Ocean, Science, 2015 / B. Neumann et al., Future Coastal Population Growth and Exposure to Sea-Level Rise and Coastal Flooding – A Global Assessment, PLOS ONE, 2015
El plástico en los océanos no solo perjudica a cada uno de los habitantes del mar (por entrelazamiento o ingestión), sino que también representa una importante amenaza para los ecosistemas en su totalidad. En la actualidad, las especies viajan distancias mucho más grandes que nunca gracias al uso del plástico como transporte, cosa que no sería posible si solo existieran materiales naturales en los océanos. Ahora pueden establecerse en otros ecosistemas y amenazar su equilibrio.
Además, las partículas de plástico se desintegran continuamente en pedazos más diminutos y, de esta forma, pasan a formar parte de la cadena alimentaria desde el escalafón más bajo. Las diminutas partículas se asientan en el fondo de los océanos y pasan a formar una parte inamovible del hábitat natural.
Esta nueva y especial manera en la que los organismos usan pedazos de plástico es conocida como "autoestop". Para reproducirse, ciertos tipos de algas y plancton dependen del material flotante en el que poner sus huevos. Anteriormente usaban materiales vegetales que se descomponían tras un corto periodo de tiempo. Desde el momento en que una gran cantidad de pedazos de plástico flotantes, capaces de recorrer grandes distancias gracias a las corrientes, estuvieron disponibles, los comenzaron a usar como medio de transporte al igual que con los barcos. De este modo, estas especies pueden viajar distancias antes inconcebibles y llegar a nuevos hábitats, donde suponen una considerable amenaza para el equilibrio ecológico existente.
Diversos organismos marinos colonizan los objetos flotantes de plástico o aquellos que se hunden hasta el fondo oceánico. Las corrientes transportan los animales en su estadio larval y entran en contacto con la basura plástica que les ofrece una base sobre la que asentarse y desarrollarse.
Información: Murray R. Gregory, Philosophical Transactions of the Royal Society B
Infografía: Tobias Strebel, ZHdK
Museum für Gestaltung Zürich, Escuela Superior de las Artes de Zúrich (ZHdK)
Las redes de pesca y sedales suponen trampas mortales para las criaturas marinas. Los peces, mamíferos marinos y tortugas se enredan en las "redes fantasmas" y se asfixian o mueren de hambre. Estas redes, que frecuentemente forman masas enormes, también representan un grave peligro para la navegación.
Las anillas de los paquetes de seis y otros productos de plástico con forma de anillo suponen un gran peligro para los juguetones animales marinos, que al quedar atrapados en ellos ya no pueden liberarse. Un caso especialmente dramático es el de los animales jóvenes que quedan atrapados en productos de plástico, ya que las heridas infligidas son particularmente graves al no seguir el plástico el crecimiento del animal.
Varias especies (animales y plantas por igual) se benefician del nuevo material, desarrollando nuevas maneras de usar los productos de plástico. Por ejemplo, las aves usan las cintas de plástico para construir sus nidos y los cangrejos ermitaños emplean pedazos de botellas como caparazones. Los mejillones y los corales se instalan en cubos, tuberías y otros objetos que se han hundido hasta el fondo del mar. En general, la basura ha pasado a formar parte del hábitat de muchas especies.
Chris Jordan, fotografías, desde 2009
Cortesía de Christophe Guye Galerie, Zurich, CH
Mientras que todos los tipos de animales que se alimentan de plancton ingieren involuntariamente microplásticos, las aves y las tortugas a menudo comen deliberadamente trozos de plástico, ya que los confunden con los alimentos. El contenido del pequeño cuenco aquí expuesto se encontró en el estómago de un fulmar y representa la cantidad promedio de plástico que una de estas aves lleva consigo en las zonas más contaminadas del mar del Norte. El peso de ese plástico es de 0,6 gramos. En el segundo cuenco se expone la cantidad que esa ave llevaría si pesara lo mismo que un ser humano. Según Jan van Franeker, investigador del Instituto de Recursos Marinos y Estudios sobre los Ecosistemas (IMARES), las aves migratorias también actúan como transformadoras y transportadoras del plástico: tres cuartas partes del plástico en el estómago de un fulmar se trituran y se excretan en otros lugares. El científico reconoce que, de esta forma, las aves distribuyen cientos de toneladas de plástico en todo el mundo, convirtiendo el material en microplástico.
Son muchos los animales que confunden los pedazos de plástico con comida. Las aves ingieren las tapas de polietilentereftalato de las botellas, encendedores y diversos fragmentos de plástico. Se ha encontrado una notable cantidad de restos de bolsas de plástico en los estómagos de tortugas muertas. En función de la forma de los esófagos y estómagos de los animales y de cómo funcionan, los pedazos indigeribles no se pueden excretar, lo que acarrea la muerte por inanición de los animales con sus estómagos llenos, asfixia, padecimiento de lesiones internas (perforaciones o laceraciones de las paredes intestinales). Los organismos que se alimentan de plancton ingieren el microplástico junto con su comida natural.
Con su organización, International Pellet Watch en el laboratorio de geoquímica orgánica en Tokio, el profesor Hideshige Takada de la Universidad de Tokio de Agricultura y Tecnología (Tokyo University of Agriculture and Technology) estudia la presencia de contaminantes longevos en los gránulos (pellets) de plástico. Una red de recolectores voluntarios le envía muestras de unos doscientos pellets encontrados en las playas locales. La información así adquirida proporciona una indicación de la distribución global de los contaminantes orgánicos persistentes (COP, conocidos también por su acrónimo inglés POPs), que puede diferir considerablemente de una región a otra.
Datos y concepto:
Dr. Hideshige Takada, Tokyo, Japón
Infografía: Oliver Lüde
Museum für Gestaltung Zürich, Escuela Superior de las Artes de Zúrich (ZHdK)
El DDT es un compuesto orgánico clorado con baja degradabilidad. Es prácticamente insoluble en agua y se acumula en el tejido adiposo, el hígado, el sistema nervioso de los seres vivos y en la leche materna.
En el año 1948, el científico suizo Paul Hermann Müller ganó el Premio Nobel por descubrir la eficacia del DDT como un insecticida. Posteriormente, esta sustancia se usó intensivamente para combatir la malaria en el ámbito de la agricultura. Sin embargo, ya en la década de 1940, varios científicos estadounidenses plantearon interrogantes acerca de sus posibles efectos perjudiciales para la salud. Se observó, por ejemplo, que la existencia de DDT en el hábitat de especies amenazadas de aves, como el águila calva, tenía como consecuencia una pérdida de espesor en las cáscaras de los huevos y daños en los órganos reproductivos de las hembras. Los posibles efectos en los seres humanos incluyen trastornos en el sistema endocrino, partos prematuros y abortos espontáneos, diabetes, y carcinogenicidad.
El gama-hexaclorociclohexano, también conocido como lindano, es un compuesto polihalogenado usado como insecticida y protector de madera. Su uso en Europa se prohibió en el año 2007. El lindano es una neurotoxina que se concentra en la cadena alimentaria. Es tóxico para los organismos acuáticos y se sospecha que puede ser cancerígeno y contribuir al desarrollo de la enfermedad de Parkinson en los seres humanos. También se sospecha que cuando se exceden las cantidades normales se puede esperar como consecuencia la esclerosis múltiple y daños en los nervios, así como también cambios en los órganos internos y en el proceso de formación de la sangre. Cuando la exposición es crónica, se puede almacenar en la leche materna, el plasma sanguíneo, la grasa corporal y en el sistema nervioso central. En la antigua RDA, el daño de la médula ósea se consideraba como una enfermedad ocupacional entre los trabajadores calificados y los agricultores debida al contacto frecuente con productos químicos.
PBC denota los bifenilos clorados tóxicos y carcinógenos que se usaron hasta la década de 1980, sobre todo en transformadores, condensadores eléctricos, en plantas hidroeléctricas y como plastificantes en pinturas, agentes de estanqueidad, materiales aislantes y en plásticos. Los bifenilos policlorados se cuentan entre las doce toxinas orgánicas conocidas como la "docena sucia" que se prohibió en todo el mundo durante la Convención de Estocolmo del 22 de mayo de 2011. Los bifenilos policlorados se han diseminado por todo el mundo, habiendo sido identificados en la atmósfera, mares y ríos, y en la tierra. También son prácticamente insolubles en agua y se concentran en los tejidos adiposos de los seres vivos.
Incluso en pequeñas cantidades pueden tener efectos tóxicos crónicos. Los efectos típicos de los bifenilos policlorados incluyen el cloracné, la pérdida de cabello, trastornos de pigmentación, daños hepáticos, malformación de embriones y daños en el sistema inmunológico. Pueden retrasar el desarrollo físico y cognitivo. Además, se sospecha que estas sustancias químicas pueden afectar el sistema endocrino y ser responsables de la infertilidad y feminización en el hombre.
Infografía:
Oliver Lüde
Museum für Gestaltung Zürich, Escuela Superior de las Artes de Zúrich (ZHdK)
Kim Preshoff, Jo Hepworth
Película para TED-Ed
Reflective Films, RU
Desde el año 1999, los artistas californianos Richard and Judith Lang han venido recolectando pedazos de plástico arrastrados a una lejana zona de 900 metros de largo de la playa Kehoe, costa nacional Point Reyes (Point Reyes National Seashore). La basura que encuentran no es la que dejan los visitantes en la playa sino la que es arrastrada a la costa por el mar. Richard y Judith Lang ordenan y clasifican los pedazos según su color y tipo para luego usarlos en sus obras artísticas.
En la instalación Las Lágrimas de la Sirena (The Mermaid's Tears), esta pareja de artistas combina primeros planos de nurdles (bolitas de plástico, generalmente de menos de cinco milímetros de diámetro, presentes en las aguas marinas y en las costas) con un cajón de arena en el que se simula la situación de las partículas de microplástico en la playa. Es posible examinar más de cerca la superficie de la arena con la ayuda de una lupa. De esta forma, los espectadores pueden descubrir por sí mismos lo difícil que es distinguir los granos de arena de las partículas de plástico. Como parte de esta obra, Richard y Judith Lang contaron con el profesor Takada para examinar la cantidad de contaminantes presente en los gránulos de plástico encontrados en la playa.
Richard Lang y Judith Selby Lang
Instalación interactiva, técnica mixta, EUA