El vasto problema de los desechos marinos es increíblemente complejo y tiene su origen en varias fuentes y en múltiples niveles. Así pues, es natural que las ideas propuestas para resolver este problema sean igualmente diversas.
En la sección siguiente de la exposición se muestran ideas que abordan el problema de los desechos marinos. Hay un amplio espectro de ideas al analizar el futuro, e incontables y fantásticas proposiciones que tratan sobre un problema que existe ya desde hace bastante tiempo: desde reconsiderar el diseño y los materiales de los objetos cotidianos hasta analizar diferentes sistemas de reciclaje y su implantación. La reducción del uso del plástico en nuestra vida cotidiana es un buen comienzo, así como también unirse a las operaciones de limpieza que se realizan en playas y ríos, o involucrándose políticamente en la lucha por un sistema sostenible de eliminación de la basura. A un nivel político más amplio, las decisiones jurisdiccionales que afectan la legislación sobre los océanos tendrán un papel clave en la solución de la crisis de los plásticos en estos.
La recuperación es una forma de eliminar el plástico de los océanos para darle un nuevo uso. Esta estrategia incluye, por ejemplo, la recogida de las redes de pesca abandonadas en el mar y su procesamiento en un sistema de reciclaje a fin de obtener nuevas materias primas.
Una forma de evitar la basura plástica en el mar es pensar de forma diferente acerca del diseño con plástico como materia prima (rediseño) o evitar su uso en primer lugar (eliminar).
Si se utiliza el plástico en la fabricación de productos, lo mejor que puede hacerse es mantener ese plástico en el ciclo de producción, lo que significa disponer de una infraestructura operativa para el reciclaje y uso continuo del material en nuevos productos. Otra forma de ocuparse del material la constituye el no reciclar de forma tradicional (en otras palabras, volver a transformarlo en la materia prima de origen), sino reutilizar el material de plástico en su estado al final de su uso (no necesariamente al final de su vida útil) y convertirlo en algo diferente.
Y, por supuesto, hay una variedad de métodos para reducir los residuos de plástico: en forma de conceptos teóricos relacionados con el uso al final de la vida útil y en forma de leyes que, por ejemplo, prohíban la venta de bolsas de plástico, o respaldando iniciativas que tengan como objetivo el consenso internacional en materia de derecho marítimo.
El uso de menos plástico, en primer lugar, y su eliminación apropiada para que pueda ser reciclado constituyen acciones cruciales para mantener los océanos libres de basura plástica.
Recuperación
El concepto de recuperación implica recoger objetos como las botellas de plástico y las redes de pesca a la deriva en el mar y reciclarlos. Es posible reutilizar las nuevas materias "primas" obtenidas de este proceso, como el nailon, en nuevos productos. Son numerosos los productos que en la actualidad están fabricados de materiales recuperados, como las botellas de plástico, los recipientes de champú o detergente, y prendas y accesorios de moda como zapatos, bolsos y chaquetas.
Proyectos como The Ocean Cleanup, en el que se envía un barco al sistema recolector para recoger la basura plástica, han merecido muchísimo interés mediático. Además de este proyecto ahora bien conocido, también hay iniciativas como las de los surfistas australianos, con su proyecto Seabin de microfinanciación colectiva, comprometidos personalmente en la limpieza de la superficie oceánica. La extracción (y reutilización) de los pedazos más grandes de plástico del océano tendrá indudablemente un gran impacto en la salud de este, sin embargo, el reto de capturar los microplásticos y el plástico que yace en los fondos marinos es algo de lo que todavía hay que ocuparse.
Las colaboraciones de recuperación, como la de Parley for the Ocean con Adidas, que produjo un zapato fabricado de restos flotantes de plástico, y H&M, que lanzó una colección elaborada con plástico recuperado, pusieron en marcha la idea de usar los materiales recuperados de los mares. Además, muchas empresas de cosméticos están siguiendo la tendencia actual de fabricar sus envases a partir de botellas de plástico, ya sean recuperadas o recicladas.
Aunque los productos de las grandes empresas atraen frecuentemente la atención de los medios de comunicación, desafortunadamente, tienen un impacto mínimo sobre la producción global y el mercado de consumo (y, por consiguiente, sobre la cantidad efectiva de material recuperado del mar). A escala limitada y precios prohibitivos, esos productos y su comercialización pueden llegar ciertamente a los medios de comunicación de masas, pero no contribuyen a la solución en el mundo real. Son las pequeñas marcas las que muy a menudo se comprometen genuinamente con el desafío de utilizar materiales recuperados. En esta sección de la exposición es posible encontrar una selección de esas marcas. Si bien algunas de estas iniciativas podrían estar "bajo el radar" en la balanza del mercado global, siguen transmitiendo ideas que representan momentos cruciales de cambio. Muchas de estas ideas están previstas para inspirar y ser incorporadas posteriormente en otros productos y adoptadas por otras empresas. Y algunos incorporan un componente social más amplio en sus esfuerzos para limpiar los océanos, tratando de implantar cambios positivos en las comunidades locales que dependen del mar para su sustento. Solo nos queda tener optimismo para que en los años venideros surja un mayor número de proyectos, productos y opiniones políticas que contribuyan a la solución de la crisis mundial en materia de basura plástica en los océanos.
Healthy Seas - a Journey from Waste to Wear (mares sanos) es una iniciativa consagrada a hermanar diferentes accionistas en Europa en la lucha por la consecución de océanos libres de basura. Haciendo participar a los buceadores y los pescadores en el proceso de recolección de las redes perdidas en el mar o desechando sus propias redes usadas en alguno de los contenedores provistos por Healthy Seas en diferentes lugares, se logra su contribución para unos mares más limpios, justo donde se origina el problema.
Al proporcionar nuevo material para la fabricación de nuevos productos (en este caso, las redes de pesca), también colabora con los fabricantes, por ejemplo, Aquafil, una empresa que produce hilado de nailon a partir de las redes de pesca desechadas. Este hilado es entonces usado por otras empresas para la fabricación de productos tales como trajes de baño, calcetines, etc. Luego, estas empresas pasan a formar parte de la extensa red de Healthy Seas.
Earthrise: Moda con redes de pesca
Al-Yazira, 2015
Película, 12:02 min.
Calcetines elaborados con nailon Econyl © obtenido de materiales recuperados por Healthy Seas y bikini/traje de baño de Woodlike Ocean y Summerlove Swimwear
Además de Healthy Seas, hay muchas otras iniciativas y marcas trabajando con redes de pesca recuperadas: Bureo, una empresa de monopatines con sede en Chile, usa el material procedente de las redes de pesca recogidas localmente para fabricar tablas de monopatines y gafas de sol. La marca de ropa y complementos Ecoalf también recoge y utiliza redes de pesca desechadas para la fabricación de algunos de sus productos.
Chaqueta Aspen en negro y chaqueta Ushuaia en azul, de ECOALF.
Net-Works es una iniciativa que trabaja con las comunidades costeras de lugares como el banco Danajon en Filipinas para combatir los desechos marinos de una forma muy singular. Dado que son muchas las comunidades que dependen de la industria pesquera, una industria muy perjudicada por la basura plástica y las "redes fantasmas" (equipo de pesca perdido o abandonado) en particular, Net-Works ofrece una alternativa a las comunidades pesqueras con la que pueden ganar su sustento: buscar las redes susceptibles de usarse en un proceso de reciclaje para producir nueva materia prima. Este material se transforma posteriormente en hilado de nailon y se usa en la producción de moquetas flotantes o moquetas en baldosas en la empresa Interface.
Net-Works no solo proporciona una fuente alternativa de ingresos para las comunidades pesqueras, sino que también ayuda a desarrollar un tipo de infraestructura mediante la organización del establecimiento de pequeños sistemas bancarios.
Película de animación Net-Works
Interface/el programa de Net-Works: una segunda vida para las redes de pesca desechadas
Interface/Net-Works: transformando redes de desecho en moquetas
Rediseñar / Eliminar
Muchos productos fabricados normalmente de plástico, como botellas y bolsas, pueden sustituirse por productos fabricados con otros materiales. Las botellas de acero o vidrio, por ejemplo, proporcionan una alternativa reutilizable a las botellas de plástico de un solo uso. De forma análoga, bolsas de tela en vez de bolsas de plástico. A menudo, la dificultad principal radica en prever, por ejemplo, asegurarse de traer consigo una bolsa reutilizable para la compra.
En la cultura "para llevar" propia del consumo rápido, se trata frecuentemente de una cuestión de entrenarse uno mismo para resistir a la fácil solución que representa el envasado plástico y decidirse por una opción sostenible. Esto involucra tanto a consumidores como a tiendas, restaurantes y otros proveedores de productos. Si bien los productores pueden hacer muchísimos cambios desde el principio, los individuos y los consumidores tienen el poder de decisión y pueden elegir una alternativa sostenible en vez de un producto de un solo uso. Simplemente hay que considerar que un envase de plástico podría usarse por tan solo cinco minutos y sin embargo perdurará 450 años si no se desecha adecuadamente. Además, el 40 % de todo el plástico que se produce se destina para el uso de material de embalaje.
Otra manera de reconsiderar el uso del plástico consiste en diseñar productos que sean reutilizables y/o fáciles de reciclar desde el principio. Los productos fabricados con un solo tipo de plástico son mucho más fáciles de reciclar en comparación a los que se fabrican con varios tipos, y en los que, tal vez, la separación ni siquiera sería posible. Los problemas surgen cuando los distintos tipos de plástico se mezclan entre sí o se les da un color específico. Estos productos, por lo general, no se pueden separar y reciclar, incluso eliminándolos adecuadamente. Sin embargo, con un solo tipo de plástico es posible conseguir un material como recién comprado tras el reciclaje. Y, por supuesto, si se usan plásticos resistentes, los productos podrán usarse una y otra vez.
Uno de los productos que por lo general se fabrica en plástico es el cepillo de dientes. Sin embargo, hay alternativas.
El bambú, por ejemplo, es un recurso natural de crecimiento rápido que es igualmente efectivo. Solo hay que partir el cepillo de dientes a la altura de la cabeza antes de desechar el cuerpo, el cual se caracteriza por una buena biodegradabilidad.
Otro ejemplo de rediseño de un embalaje tradicional para productos como el champú tiene en cuenta la durabilidad del producto: imaginemos un diseño duradero y reutilizable para almacenar los productos cosméticos de uso diario. Y si se usa tan solo un elemento para la fabricación de la botella, sin otros componentes (y, por consiguiente, con un solo tipo de plástico), será fácil de reciclar al final de su vida útil. Y para los que prefieran un enfoque más tradicional: hay muchos jabones disponibles que se comercializan sin ningún material de empaque.
Cepillos de dientes de Hydrophil fabricados con bambú
Nephentes, una botella de un solo componente para champú creada por Marilu Valente
Pañales Totsbots reutilizables (proporcionados para la exposición por ValleMonte, Bötzberg, Suiza)
En lugar de usar vasos y cubiertos de plástico en las fiestas, por qué no decantarse por productos de papel que sí son biodegradables? O usar productos que puedan utilizarse varias veces?
Al ir de compras, solo hay que prever llevar consigo una bolsa de tela. Es más duradera, tiene mejor aspecto y se puede utilizar innumerables veces.
Lo mismo ocurre con las botellas de plástico: es preferible usar botellas de vidrio que pueden utilizarse una y otra vez.
Y, por supuesto, tener en cuenta el gran impacto de las decisiones cuando se es el productor o el responsable de una tienda o de un restaurante. Es posible pensar en un diseño o material diferente para los productos, optar por no vender o proporcionar bolsas de plástico en la tienda, o idear alternativas a los tradicionales envases para llevar destinados a los clientes.
Reutilizar / Reciclar
Si se desechan y reciclan adecuadamente, los plásticos pueden tener varios ciclos de vida y usarse repetidamente. Son muchas las maneras por las cuales la vida útil, de incluso una botella de plástico desechable, puede prolongarse.
Sin embargo, las investigaciones evidencian que casi la mitad de la basura plástica que se produce en todo el mundo está mal gestionada en cuanto a su eliminación, por lo que no es posible reciclarla. Finalmente, este es uno de los principales factores causante del desalentador pronóstico para el año 2050 que prevé más pedazos de plástico que peces en los océanos.
Una forma de reutilizar el plástico consiste en recoger el material que de otro modo se desecharía y transformarlo en algo más. Es necesario, literalmente, reciclar el material para darle un nuevo uso. Muchas prácticas de fabricación, reparación o montaje hacen uso del concepto "hágalo usted mismo" con materiales de plástico, y son muchas las empresas que aplican la misma idea a una mayor escala.
Con el reciclaje, los materiales usados se transforman, por lo general, en materiales como nuevos, en el sentido de una materia prima reutilizable que puede transformarse en otro producto nuevo. A veces, el material obtenido del proceso tiene una menor calidad que el material original, sin embargo, sigue siendo lo suficientemente bueno como para usarlo en ciertos productos. Esto se denomina infrareciclaje (Downcycling). Además, la tecnología de clasificación de materiales ha hecho grandes progresos haciendo posible la separación de los varios tipos de plástico en secciones de un único material. Esto significa que la calidad del material original puede mantenerse normalmente bien.
Por lo tanto, si se suministra la infraestructura de recolección de la basura plástica, el proceso de reciclaje puede ser tanto efectivo como increíblemente fructífero. Desafortunadamente, en muchos países simplemente no es posible aún la correcta recolección y separación de la basura.
Freitag
Desde 1993, FREITAG produce bolsos a partir de lonas usadas de camiones. La sede de FREITAG se encuentra en Oerlikon, un distrito de Zúrich, donde las lonas se disocian, limpian y cortan.
Hay cinco compradores de lonas (también conocidos como los oteadores de camiones) a la caza de las mejores lonas con los colores más atractivos con las que trabajar. Encuentran y llevan unas 390 toneladas de lonas usadas provenientes de camioneros y empresas de transporte a la fábrica de FREITAG cada año.
En primer lugar, se eliminan los ojetes, flejes, correas y cualquier otra cosa que no sea necesaria para los bolsos de FREITAG. Las lonas se cortan con un cuchillo afilado en piezas de tamaño normalizado de 7,8 pies (unos 2,38 metros), se apilan y se envían al departamento de lavandería.
Lavado de las lonas
Lonas lavadas.
Los diseñadores elaboran individualmente cada bolso haciendo uso de sus plantillas y cortadores para tallar los diseños más hermosos posibles en las lonas, asegurándose de que el resto de las piezas encajen y armonicen bien.
Acabado y almacenamiento de los bolsos
Mochila F49 FRINGE de FREITAG lab. ag
Materiales utilizados: lonas impermeables usadas de camiones y cinturones de seguridad usados
Valija F12 DRAGNET de FREITAG lab. ag
Materiales utilizados: lonas impermeables usadas de camiones, cinturones de seguridad usados, cámaras de ruedas de bicicletas
Los plásticos se producen a partir de aceite mineral y, a pesar de su bajo precio, son un valioso producto. En palabras de PlasticsEurope (Asociación Europea de Fabricantes de Plástico):
"Son demasiado valiosos para tirarlos".
Esencialmente, la mayoría de los plásticos son reutilizables. Las mejores soluciones de reciclaje disponibles son aquellas diseñadas para los materiales de clasificación según un solo criterio. Cuando hay diferentes tipos de plásticos mezclados, el proceso es más complejo.
Reciclaje químico
El reciclaje químico consiste en procesos químicos y térmicos que tienen como objetivo recuperar los monómeros, gases o aceites. Estas materias primas pueden luego utilizarse para la producción de nuevos plásticos. A diferencia del reciclaje mecánico, el reciclaje químico también puede utilizarse para mezclas de diferentes plásticos. La desventaja estriba en el gran gasto de energía necesaria en dicho proceso. El reciclaje químico se encuentra todavía, en gran parte, en fase experimental. Queda por ver si será posible establecer con éxito estos procesos algún día.
Reciclaje mecánico
Como su nombre sugiere, el reciclaje mecánico es un proceso realizado mediante agentes físicos materiales para clasificar, triturar, lavar y obtener lo que se denomina el material molido. Es de vital importancia que el procesamiento sea limpio y que se use un solo tipo de material. De lo contrario, la calidad disminuye y el material molido se podrá utilizar únicamente en productos secundarios con una menor exigencia técnica.
Der Grüne Punkt – Duales System Deutschland GmbH
Película, 3 mins., 30 secs.
Recuperación de energía
El plástico se utiliza en el proceso de recuperación de energía. El poder calorífico de los plásticos es similar al de la hulla o al del fuel doméstico. La recuperación de energía tiene aplicación industrial. La recuperación de energía también ocurre en las plantas de incineración de residuos como producción de energía y utilización del calor.
El ciclo del polietilentereftalato (PET)
La botella de polietilentereftalato desarrollada en la década de 1960 y que comenzó su carrera mundial en el año 1978 con la botella de Coca-Cola de dos litros ha reemplazado casi totalmente, en la actualidad, a la tradicional botella reutilizable de vidrio. En el ciclo de materiales de una botella de polietilentereftalato, el reciclaje es el tema central. En ciertos países se ha establecido un depósito en concepto de las botellas de polietilentereftalato para fomentar una mayor tasa de retorno. Una fracción de las botellas se procesa para fabricar nuevas botellas de polietilentereftalato. Además, es posible fabricar textiles y material de embalaje con fibras de polietilentereftalato reciclado.
A continuación, el ciclo típico de una botella de polietilentereftalato:
→ 75 % de granulado de polietilentereftalato y 25 % de polietilentereftalato reciclado (rPET)
→ Pieza de polietilentereftalato
→ Botella de polietilentereftalato para la venta al por menor
→ Botella de polietilentereftalato usada
→ Escamas de polietilentereftalato obtenidas del polietilentereftalato reciclado
Infrareciclaje (downcycling)
El problema del reciclaje de los plásticos radica en que generalmente adopta la forma de infrareciclaje. La reutilización del material implica una reducción de la calidad original. El material molido de plástico obtenido en el proceso de reciclaje se usa en productos de menor valor como bancos para parques, balizas, regaderas y recipientes. Además, este proceso implica frecuentemente la mezcla con otros materiales. Por lo tanto, los nuevos productos creados son eliminados del ciclo de materiales puros.
Suprareciclaje (upcycling)
El suprareciclaje consiste en la producción de un producto nuevo y de más valor a partir de objetos viejos. No se trata de una forma industrial de procesamiento, sino de una estrategia alternativa empleada por los diseñadores, entre otros. Por ejemplo, la producción de bolsos nuevos a partir de las lonas impermeables de los camiones o macetas a partir de los envases de yogur. Las soluciones de este tipo albergan un enorme potencial creativo y producen un beneficio ecológico y social. Sin embargo, no puede evitarse la vía de la incineración de residuos, simplemente se retarda.
Reducir
Reducción, en el contexto de los residuos marinos, significa dos cosas: la primera implica la reducción del uso del plástico propiamente dicho y la segunda, la reducción de la cantidad de residuos de plástico que se introduce en los océanos.
La reducción de residuos de plástico está ligada fuertemente a los conceptos de reciclaje y reutilización. Un concepto básico potencialmente influyente es verdaderamente aquel que supone el diseño de productos que puedan reutilizarse repetidamente. Esto podría significar que, en el futuro, simplemente dejaríamos de comprar ciertos artículos para luego desecharlos, sino que tal vez los alquilaríamos para luego devolverlos al productor para su adecuada eliminación y reciclaje.
Otra forma de reducir los residuos de plástico que acaban en los océanos consiste en rechazar los artículos de plástico en primer lugar, siempre y cuando sea posible.
También es posible fomentar la reducción del uso del plástico a través de la intervención gubernamental, ya sea de forma pasiva a través del aumento de la carga impositiva por el uso de ciertos materiales, o de forma más activa, prohibiendo su uso. Sin embargo, los gobiernos también pueden hacer una gran contribución a través de la gestión de la basura. Al proporcionar un sistema operativo de gestión y reciclaje de residuos se reducirá indudablemente la cantidad de plástico que los continentes descargan en los océanos. Igual sucede con el derecho marítimo que debe imponer normativas obligatorias para una adecuada manipulación de los desperdicios en altamar. Uno de los ejemplos más influyentes en este contexto es el de la Convención Internacional para la Prevención de la Contaminación por los Buques (convenio MARPOL). Puesto en práctica en 1973 y actualizado varias veces desde entonces, constituye la principal convención internacional en la prevención de la contaminación operacional o accidental de los entornos marinos por los barcos.
El concepto de una economía circular
Una economía circular es restaurativa y regenerativa por diseño y tiene como objetivo mantener la mayor utilidad y valor de los productos, componentes y materiales en todo momento. El concepto distingue entre ciclos técnicos y biológicos.
Según lo previsto por los creadores, una economía circular constituye un ciclo continuo de desarrollo positivo que preserva y mejora el capital natural, optimiza los rendimientos de los recursos y minimiza los riesgos del sistema mediante la gestión de las existencias limitadas y los flujos renovables. Es efectiva a cualquier escala.
Cómo podemos deshacernos del problema de las bolsas de plástico en los océanos?
Suponiendo una eliminación adecuada de las bolsas usadas, es posible comenzar por la producción y distribución: El enfoque en esta materia cambia en función de cada nación. En la India, las bolsas de plástico muy finas y de un solo uso están totalmente prohibidas mientras que en países como Alemania se exige que las tiendas se las cobren a los clientes. Sin embargo, el verdadero cambio proviene de la decisión de los consumidores de no usar bolsas de plástico.